ESCULTURA BARROCA Y ROCOCÓ
El barroco, que abarca más o menos el siglo XVII y tiene su origen en Roma, se caracteriza por una intensidad dinámica. La expresión decorativa, más delicada, característica de la primera parte del siglo XVIII, nació en Francia y se conoce como rococó.
Italia
Gian Lorenzo Bernini, pintor, escultor y arquitecto, fue el artista más destacado del barroco italiano. Sus obras expresan un gran dramatismo y una profundidad emocional acorde con la intensidad espiritual de la Contrarreforma. Se caracterizan también por la interrelación de luces y sombras y por la forma dinámica de plasmar el movimiento. Su Apolo y Dafne (1622-1624, Galería Borghese, Roma), demuestra que también poseía un gran virtuosismo técnico al trabajar el mármol. El David (1623-1624, Galería Borghese) es una de sus primeras obras y contrasta con el David más clásico y contenido de Miguel Ángel, que nos mostraba una figura contemplativa y reservada, antes de su encuentro con Goliat. La versión de Bernini es una figura en pleno movimiento, con la atención fija en el punto donde aparecerá el adversario y el cuerpo contorsionado para efectuar el disparo.
Muchas de las esculturas de gran tamaño de Bernini se encuentran en la Basílica de San Pedro, para cuya plaza diseñó también la columnata. Entre estas obras se incluye el gigantesco Baldaquino de San Pedro (1624-1633) que se halla sobre el altar mayor; la enorme Cátedra del Apóstol (Silla gestatoria de San Pedro, 1657-1666); varias estatuas monumentales de santos y dos sepulcros papales. Una de sus obras más apreciadas es la ornamentada Capilla Cornaro de la iglesia de Santa María de la Victoria de Roma, donde se encuentra su espectacular Éxtasis de Santa Teresa (1645-1652), grupo escultórico en el que logra la máxima teatralidad y en donde funde lo espiritual y lo sensual de manera inaudita. Entre su abundante producción se incluyen también bustos y varias fuentes escultóricas espléndidas, como la famosa Fuente de los cuatro ríos (1648-1651) de la Piazza Navona.
Éxtasis de santa Teresa
El Éxtasis de santa Teresa, realizada en el siglo XVII por el escultor italiano Gian Lorenzo Bernini, constituye uno de los ejemplos más dramáticos de la escultura barroca. Esculpida en mármol, con los rayos de luz y la flecha en bronce, está iluminada por una ventana oculta. Fue realizada para la Capilla Cornaro de Santa María de la Victoria de Roma.
Francia y Alemania
Los escultores barrocos más sobresalientes de Francia fueron François Girardon, que realizó abundantes esculturas para los jardines del Palacio de Versalles, Antoine Coysevox y Pierre Puget. Estos dos últimos, influenciados por Bernini. Las esculturas más notables de Puget son las puertas del Ayuntamiento de Toulon y el Milón de Crotona (1671-1683, Louvre), cuya pose en contrapposto junto con su intensa expresividad emotiva constituyen un ejemplo de la estética barroca. Puget influyó en los escultores posteriores del rococó francés del siglo XVIII, Étienne-Maurice Falconet, Jean Baptiste Pigalle y Clodion (Claude Michel).
Los mejores ejemplos de la teatralidad del rococó en Alemania se encuentran en las ornamentadísimas obras de los hermanos Egid Quirino Asam y Cosme Damian Asam que, además de escultores, eran pintores y arquitectos. Su obra más conocida es la profusa decoración de la iglesia de San Juan Nepomuceno (1733-1746) de Munich.