ESCULTURA GÓTICA

Durante el periodo gótico se da una producción escultórica excepcional en Francia, Alemania e Italia. Al igual que en el románico, gran parte se realizó en combinación con la arquitectura religiosa, aunque también se encuentran figuras esculpidas en tumbas, púlpitos y demás mobiliario eclesiástico.

Francia

La catedral de Chartres es un ejemplo de la evolución del gótico, puede apreciarse observando sus portadas. La occidental, la más antigua, construida a mediados del siglo XII, contiene figuras rígidas en columnas, con ropajes esquemáticos y expresiones faciales similares, casi indiferenciadas; las portadas posteriores, en las fachadas norte y sur del crucero, muestran una mayor diferenciación en las expresiones y los ropajes, e incluso sugieren movimiento mediante la utilización de la curva gótica con forma de S en el eje del cuerpo. Además, las esculturas de la catedral de Chartres son como una verdadera enciclopedia del conocimiento medieval; junto a narraciones bíblicas y representaciones de la vida de diversos santos, se representa la astrología, los trabajos según los meses, las artes liberales, las virtudes y los vicios. Grupos escultóricos similares adornan muchas catedrales góticas francesas y, al igual que en Chartres, la identidad de sus escultores nos es desconocida. Sin embargo, conocemos el nombre del escultor flamenco que trabajó en la ciudad de Dijon para el duque de Borgoña, se llamaba Claus Sluter. Entre sus obras se encuentra el Pozo de Moisés (1395-1403, Cartuja de Champmol, Dijon) en piedra policromada, que muestra a Moisés y otros profetas. Es una obra única por los detalles realistas de la anatomía, la textura de los ropajes y la gran variedad de rasgos. También conocemos el nombre de una de las primeras mujeres escultoras de la historia del arte occidental, Sabina von Steinbach que en el siglo XIII ayudaba a su padre, constructor de la catedral de Estrasburgo. Fue la autora de las estatuas que personifican a la iglesia y a la sinagoga, ubicadas cerca de la portada sur de la catedral.

Estatuas-columnas de Chartres

Los santos del transepto norte de la catedral de Chartres (1132-1240) son estatuas-columnas que, aunque están todavía realizadas bajo la influencia del estilo románico, muestran un carácter tridimensional, mayor que las esculturas de dicho periodo escultórico.

 

Alemania

La escultura gótica muestra en Alemania una intensidad emocional y un expresionismo característicos de la cultura germánica. El grado máximo de patetismo se alcanza en las escenas de la crucifixión y el beso de Judas del coro de la catedral de Naumburg, del siglo XIII. Las representaciones medievales de la Pasión fueron fuente de inspiración para muchos escultores góticos del norte de Europa.

Italia

No resulta sorprendente que, dado que los artistas que trabajaban en Italia se hallaban en contacto con obras romanas de la antigüedad, como por ejemplo los sarcófagos, se manifiesten tendencias clásicas en el estilo gótico italiano. A mediados del siglo XIII Nicola Pisano realizó un púlpito en mármol de marcado gusto clásico en sus elementos arquitectónicos y en sus paneles esculpidos para el baptisterio de la catedral de Pisa.

España

La escultura en España tendía hacia un severo misticismo lleno de intenso realismo. La escultura de portadas siguió el modelo francés y destacan las puertas del Sarmental y la Coroneña de la catedral de Burgos o la Virgen Blanca en el parteluz de la fachada occidental de la catedral de León.

En el siglo XVI la escultura gótica adquirió su carácter más localista y se manifestaba, sobre todo, en retablos y monumentos funerarios. Asimismo, por influencia del arte mudejar, la escultura exterior de las catedrales se hizo más menuda. En el siglo XV se extendió el arte borgoñón y flamenco por la península ibérica y destacaron numerosos maestros escultores: Cil de Siloé, Juan Guas, Guillermo Sagrera, entre otros.